LIDERES EN ASCENSOS AL LANIN

  Ascenso al Volcán Lanín – 3776 m

El ascenso al Volcán Lanín es un objetivo hermoso para hacer con amigos, en familia o incluso como un desafío personal. Las cualidades que hacen que el Volcán Lanín sea tan conocido y admirado por todos aquellos que alguna vez han ido a la montaña son las mismas que lo hacen un cerro digno de ser respetado. Por su altura y ubicación, el clima puede cambiar en pocos minutos y lo transforman en un ambiente muy crudo. Por eso (no para temer, pero sí para respetarlo) es que se requieren los conocimientos y la experiencia de un guía, así como un mínimo de equipamiento para estar preparados ante cualquier eventualidad.

Es importante y necesario que leas toda esta información con detenimiento y atención, para evitar complicaciones de último momento. Léelo a conciencia y prestando atención a cada punto. Nosotros estamos para ayudarte con tus dudas o preguntas sobre el ascenso al Volcán Lanín y asesorarte en lo que podamos.

El ascenso al Volcán Lanín es, como decimos en Argentina, «un clásico». Se intenta ascenderlo por su cara norte. Una vez terminado el ascenso, la vista desde la cumbre es inmejorable: hacia el sur, los lagos Huechulafquen y Paimún y, en días despejados, el Tronador; al norte, los lagos Tromen y Quillén; y al oeste, en Chile, el volcán Villarrica. Es la montaña más alta de la zona e impacta desde cualquier punto de vista, ya que por su forma cónica característica, sobresale de la Cordillera de los Andes. 

Es importante tener en cuenta que las condiciones climáticas en el volcán varían mucho. Por más que el ascenso sea en época de verano, es posible encontrarse con el terreno nevado helado y condiciones poco seguras, que pueden influir en la continuidad del ascenso hacia la cumbre. 

Nuestra prioridad es siempre la seguridad de quienes confían en nuestra experiencia y trayectoria, en todo el itinerario del ascenso. Todas las decisiones serán tomadas en base a esto.